¡Levantate!

El sol ya está entrando por la ventana sucia, que otra noche no tuve tiempo de limpiar.
Las plantas agonizando lloran tierra en pedido del agua que recién mañana tendré tiempo de darles.
Es el celular el que grita al borde de la cama, con el ruido constante de su gemir automático que hace fermentar el odio detrás de mis ojos cerrados.

Tengo frió.

Las sábanas desnudas yacen sin el acolchado, que se encuentra a la espera de ser comprado.
El reloj marca las 7.00, acusando un nuevo día en el que no llego a tiempo a la clase de la mañana.
El orden del cuarto oculta el polvo que no filtran las cortinas ausentes, y descubre la falta de uso de esa habitación tan deseada, al final abandonada.
La ropa espera dentro del placard, para vestir a mi cuerpo, sabiendo que el gusto de la compra se vuelve frustración en la mañana, angustia al mediodía y odio voraz por la noche.
Las paredes desnudas esperan cuadros por vestir que sólo yo sé no llegarán.

Tengo nauseas.

Silencio.

El celular terminó con su chillido penetrante, dándome un suspiro de paz por nuevos 6 minutos.

Quiero GRITAR, pero la boca está sellada.
Sólo las pulseras que no quité por la noche tintinean en el negro silencio azul de la mañana.

Quiero CORRER, pero mis piernas están enredadas al nudo de sábanas que ocultan la celulitis, las estrías,…y alguna crema mágica que otra noche voló el tiempo sin llegar a pasarme.

Quiero VER, pero mi cabeza desliza imágenes que agobian mis ojos por dentro. Y lo único que veo cuando los abro, son las faltas en lo incompleto, la compra sólo por la venta, el vacío punzante inventado por necesidades de otros, y una nube de polvo que opaca la belleza en esencia de las infinitamente pocas cosas que componen mi mundo.

VACÍO, la casa llena de VACÍO. Y de la necesidad de seguir alimentándolo.

El celular vuelve a dar presencia con su melodía mundana de realidad, reflejo de una vida llena de huecos, de faltas utópicas.
¡¡No pienses!! dice. Levantate.
¡¡No te angusties!! Comprate un par de zapatos nuevos. Dejate llevar… Seguime…No pienses.
Inundá tu vacío con miles de imágenes vacías, inertes…Multicolores asesinos de significados.

NO PIENSES…LEVANTATE.

Por suerte siempre una hoja en blanco ordena la locura y da vida a esas oraciones, y aunque no pueda pensar,… al menos puedo escribir.

LEVANTATE.

Gwen!

Octubre 2008